Responsabilidad diluida
Fuente:
Nerea Laburu
Erase una vez un equipo de trabajo de cuatro personas que se llamaban Todo el Mundo, Alguien, Nadie y Cualquiera. Tenian un proyecto importante que hacer y Todo el Mundo estaba seguro de que Alguien lo haría. Cualquiera podría haberlo hecho pero Nadie lo hizo. Alguien se puso nervioso porque Todo el Mundo tenía el deber de hacerlo. Al final, Todo el Mundo culpó a Alguien cuando Nadie hizo lo que Cualquiera podría haber hecho.
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