La pregunta es una herramienta básica para desarrollar el conocimiento y el pensamiento analítico. A través de las preguntas nos cuestionamos sobre la idoneidad de nuestras primeras reflexiones y profundizamos en el conocimiento. El análisis previo nos ayuda a tomar las decisiones más adecuadas para la realización de los proyectos, en un esfuerzo reflexivo previo a la acción que busca la eficiencia en las tareas que se van a realizar.
Pero... ¿Cómo debe ser las preguntas para conseguir avanzar mejor en el conocimiento y tomar mejores decisiones?
1. Deben ir referidas a los aspectos importantes del problema. Hay que reconocer qué se busca con la respuesta. La pregunta debe ir enfocada a la solución.
2. Evitar las preguntas insustanciales que no se refieren a lo relevante y cuya respuesta no aportaría nada en el avance del proyecto.
3. Deben enunciarse bien: cortas, precisas, claras, es decir, comprensibles. Sin ambigüedades. Si tu compañero/a no la entiende, no se la hagas al cliente.
4. Adapta la pregunta al nivel de conocimiento del interlocutor. Aunque la pregunta debe mostrar conocimiento previo del problema, bien en su formulación, bien en la idoneidad para encontrar la solución a un problema.
5. No preguntar lo que el equipo puede averiguar. Sobre todo, si el cliente ya te ha dado la información para que el equipo consiga la respuesta. Solamente hacerlo en caso de necesidad de verificación. Si hay duda razonable, no supongas, asegúrate preguntando.
6. Procura encontrar el momento oportuno para la pregunta. Por ejemplo, cuando se están tratando aspectos relacionados con la misma.
7. Si no entiendes la respuesta, vuelve a preguntar incorporando lo que hayas entendido.
8. No tengas miedo a preguntar porque puedes mostrar desconocimiento. La pregunta es la evidencia de que quieres aprender y mostrar tu disposición y actitud proactiva para aprender es valioso para ser estimado/a en cualquier equipo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario