Y ese respeto debe comenzar en la universidad, con un grado que recoja la calidad profesional y esfuerzo que necesita un buen profesional de la comunicación. Unos estudios diseñados para gente con interés y algo de pasión por la materia. Con el nivel de exigencia que necesita un buen profesional de la comunicación que quiera trabajar con la calidad necesaria. Por desgracia, hay mucha gente que piensa que esto de la comunicación es más un cursillo que una licenciatura. Y para más desgracia todavía muchos de esos que lo piensan están dentro de nuestro grado, minando el prestigio de lo que es y será nuestro trabajo. Además de respeto a la actividad profesional que ejercemos o ejerceremos hay que respetar al consumidor, al anunciante, al proveedor, a la agencia/empresa en la que trabajamos, a los compañeros/as implicados/as en su trabajo, al profesor/a que enseña y al alumno que desea aprender, incluso al competidor. Hace falta más respeto para bien de todos y de nuestra profesión. Una pena que nos falte. Así que... hablemos sin miedo de respeto.
Le cedo la palabra a Daniel Solana, profesional de la comunicación con larga y diversa experiencia en esta actividad profesional. Haz clic en la imagen para leer sus palabras:
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