Recogido de retina.elpais.com
Todos tendemos a rodearnos de personas que piensan de forma
parecida a nosotros, que tienen los mismos gustos u opiniones parecidas.
Y eso se nota incluso en la gente a la que seguimos en Twitter. Hasta
hace no mucho, poner a trabajar juntas a personas que tienen formas
distintas de procesar la información podía verse como un riesgo, ya que
podía llevar a conflictos innecesarios que entorpecerían y restarían
capacidad de respuesta al grupo. Sin embargo, Gonzalo Sánchez explica
que "aunque es cierto que la igualdad de planteamientos garantiza unos niveles mínimos de eficiencia en la toma de decisiones, desaprovecha otros beneficios que pueden resultar mucho más interesantes".
La falta de diversidad reduce la capacidad de ver las cosas
de forma diferente, interactuar de distintas maneras o crear opciones
nuevas. Para superar estos desafíos, las empresas deben asegurarse de
que sus procesos de selección identifican las diferencias cognitivas a
la hora de reclutar a sus empleados. "Cuando te enfrentes a una situación compleja e incierta y todo el mundo esté de acuerdo en qué hacer, busca a alguien que disienta y tenlo en cuenta", explica David Lewis
Cuando un equipo está formado por personas que piensan de forma divergente, resuelve los problemas más rápido.
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